Como cada verano, al llegar las vacaciones escolares de los hij@s, las rutinas familiares cambian y toca reorganizar horarios y tareas. Si ya hemos conseguido el primer paso que es conjugar campamentos urbanos, horarios laborales de los progenitores y vamos a pasar más tiempo en familia, nos quedaría la tarea de asegurarnos que ese tiempo va a ser de disfrute y con menos malestares que en la rutina del curso.

Por ello, es importante, PREVENIR. Antes de vernos apagando fuegos porque las tareas no están hechas, los horarios de comidas son un caos, o nos agobia pensar que nuestr@s hij@s “están desaprovechando el verano”, merece la pena pararnos a pensar cómo podemos organizar los diferentes ámbitos de la vida familiar, de manera que todos podamos relajarnos en las vacaciones.

Vamos a ver algunos de estos ámbitos a tener en cuenta:

OCIO Y TIEMPO LIBRE

Hay que entender que el tiempo libre es de su disfrute y pueden dedicarlo a lo que quieran (aunque nos cueste), siempre que no pongan en riesgo su salud o la de los demás. Es decir, si hemos pactado con un adolescente que después de comer tiene un tiempo de uso del móvil, no repetirle cada vez que le veamos así: “Ya estás otra vez con el móvil, no haces otra cosa, con lo bien que estarías en la piscina…”.

También podemos acompañarles a descubrir sus intereses y fomentar que piensen actividades o dedicaciones nuevas.

Actividades familia

Los objetivos del ocio saludable del niñ@/adolescente han de ser: disfrutar, sentirse bien con uno mismo, descubrir aficiones, conocer gente, evadirse de sus problemas, etc.

El ocio no puede ser impuesto o suponer una fuente de malestar para ellos, igual que para los adultos. No pensar que sus gustos van a ser los mismos que los nuestros.

Aquí deberíamos tener en cuenta el uso de pantallas, redes sociales… Pero, esto es un tema amplio al que dedicarle más tiempo- Aun así ya sabes que puedes contactar con nuestro equipo para cualquier duda en este sentido. Solo un apunte: en vacaciones puede aumentarse el tiempo de uso de dispositivos con respecto al tiempo de curso escolar. Estos tiempos en la infancia y primera adolescencia (hasta los 14 años aproximadamente) tienen que estar acotados y pactados previamente. Si durante el curso se han respetado, pueden aumentarse para seguir aprendiendo juntos la manera de utilizarlos adecuadamente.

TAREAS DEL HOGAR

Hay que delimitar claramente qué se espera de ellos en cuanto a trabajo en casa. Los que tengan sus tareas claras, mantenerlas o iniciar una organización de tareas veraniegas si disponen de más tiempo. El verano puede ser un buen momento para que los que no tienen responsabilidades en las tareas de casa se inicien en ellas. Podremos dedicarles más tiempo para enseñarles en sus primeras tareas, para luego dejar que sea su responsabilidad.

Métodos que suelen funcionar son: horarios o tablas con tareas y encargados de ellas, contratos con beneficios que pueden conseguir cumpliéndolas, programar las tareas previas a los tiempos de ocio… Sobre todo es importante dedicar tiempo a hacerles partícipes de la organización y ser flexible con sus propuestas para que se impliquen en el proceso de organización.

Es importante dedicar tiempo a hacerles partícipes de la organización y ser flexible con sus propuestas para que se impliquen en el proceso de organización.

Tareas del hogar

¿Y si no se cumplen las tareas a las que se han comprometido? Pues hay que tener previsto qué hacer en esos casos, acordarlo y ser consecuente con ello.

TAREAS ACADÉMICAS

Como regla general podemos aconsejar ceñirnos a las pautas que su referente educativo haya dado a cada alumn@. Es decir, si han aconsejado reforzar algunas áreas en concreto en las que el niñ@/adolescente tiene especial dificultad, tendremos unas tareas específicas para nuestro hij@. Si han dado recomendaciones generales para toda la clase, lo mismo.

¿Y si no las tenemos? En ese caso nos limitaremos a las tareas escritas o material educativo que ell@s quieran asumir.

Al igual que con las tareas de casa, mantener una conversación al inicio de las vacaciones dónde tengamos clara cuál va a ser su organización en cuanto a tareas escolares.

En este caso, preguntar primero cómo tienen pensado organizarse, ya que debemos transmitirles que los estudios son su responsabilidad, aunque nosotros nos aseguraremos de que la cumplan.

Debemos transmitirles que los estudios son su responsabilidad, aunque nosotros nos aseguraremos de que la cumplan.

  • El plan de estudio que les ayudemos a construir ha de ser personalizado, realista, concreto y por escrito. Es útil fijar momentos concretos en que puede ser más apropiado y menos costoso. Por ejemplo: Periodos del verano en los que permanezcamos en nuestra vivienda habitual, y el tiempo de vacaciones en otras residencias que esté libre de tareas académicas.
  • Momentos del día en que tengan menos planes, tras el desayuno o la comida, por ejemplo.
  • Es bueno que sea más o menos rutinario y delimitado, necesitamos como familia un tiempo sin pensar en las obligaciones y eliminando los mensajes sobre los deberes y el estudio de nuestras conversaciones. Como por ejemplo, “¿cuando te vas a poner a repasar matemáticas?”, repetidamente durante el verano.
  • Si detectamos que nuestr@s hij@s han acabado el curso “saturados” de tareas, presión por el rendimiento, horarios fijos, etc; es mejor no seguir forzándoles. Dejarles descansar un tiempo y ofrecerles formas alternativas de practicar algunos contenidos. Por ejemplo, si están empezando a escribir, asignarles tareas como escribir la lista de la compra, jugar a bibliotecas y escribir los títulos de los libros…
  • Como en el ámbito del ocio, acompañarles a buscar formas de aprender alternativas, visitar bibliotecas, museos, juegos de mesa o aplicaciones de pasatiempos tradicionales.
  • El objetivo principal de las vacaciones es que comiencen el curso siguiente con la mayor motivación por aprender y seguridad en sus capacidades posible.
HORARIOS

Vale, ya lo sabemos, los adolescentes suelen reclamar mayor libertad para salir, levantarse tarde… y esto suele ser fuente de discusiones. Lo más pequeños pueden tener mas planes con amigos o familiares. Es importante en estos casos que entendamos estas peticiones desde su edad y momento evolutivo. El entenderles y flexibilizar horarios con respecto a estudiar no significa que no delimitemos los tiempos para seguir cuidando los hábitos.

Es importante preservar los momentos importantes para cada familia: comida o cena juntos, actividades de ocio compartidas, actividades de ocio de los progenitores, etc. Evitar la sensación de depender nuestros momentos libres de sus horarios y planes de ocio todo el tiempo. A fin de cuentas las vacaciones también son en familia y debemos acercarnos todo lo posible a que las necesidades de ocio/descanso de todos están cubiertas.

Estamos a vuestra disposición para resolver dudas sin compromiso, puedes solicitarnos algunas sesiones de asesoramiento en la labor educativa o consultarnos tu caso particular.